Hace ya casi una semana de comienzo de la Vuelta Madrid, y es hoy el día que empiezo a recuperar fuerzas para hablar sobre ella. Aunque sólo han sido cuatro días, se ha hecho muy dura. Por un lado destacar el calor, etapas con 42 grados que nos obligaban a reservar fuerzas, apenas podías comer y los cerca de 8 botellines por etapa te hacían acabar realmente hinchado.
El terreno no nos ha ayudado para nada, no ya sólamente por los duros puertos sino sobre todo por los repechos, carreteras con continuos sube y bajas que no te ofrecen ni un solo minuto de descanso.
Como ya dije anteriormente llegaba bien entrenado aunque la poca competición de las últimas semanas se iba a notar. En la primera etapa rodamos muy fuerte (3h a 160 pulsaciones de media), una primera hora de infarto, llena de repechos y donde la media iba a superar los 50km/h. Mis sensaciones no eran buenas, el pulso llevaba disparado y el calor me dificultaba la respiración. Un grupo de 20 unidades se va por delante y el pelotón se para, cogen tiempo así que el caja rural tiene que tirar, no hemos metido a nadiee! Viendo que las diferencias aumentan y que me quedo sin equipo me pongo a tirar, agacho la cabeza y a morir!



Con el paso de los días las sensaciones van a mejor, me meto en fugas buscando la victoria de etapa aunque sin recompensa hasta el último día.
En esta cuarta etapa la escapada se hace casi de salida, por detrás el equipo del líder controlando, parece que no se ha metido nadie peligroso adelante y les interesa así que no dudo en atacar hasta contactar con el grupo de cabeza. Somos un grupo de unas 15 unidades a 1 minuto sobre el pelotón. De repente bajo piñón y me quedo clavado, un radio me lleva a la ruina. Mientras aguardo en la cuneta veo como el grueso pelotón me sobrepasa.
Aguanto unos kilómetros a rueda esperando al puerto. En este punto subo a la cabeza y empiezan los ataques, no me lo pienso y lanzo un ataque, llevaba al 3er clasificado a rueda y sabía que me iba a traer problemas así que me veo obligado a forzar la maquina hasta dejarlos de rueda. Avanzo mi aventura en solitario hasta alcanzar a la fuga, mis sensaciones son muy buenas. Aguanto los continuos ataques en la escapada y con la ayuda de mis compañeros llegamos todo el grupo compacto hasta los últimos 5kms. donde lanzo un ataque que nadie logra responder. Mi sorpresa llega cuando veo que los últimos kms. son de descenso, veo cómo otro componente de la fuga se ha lanzado para abajo y me alcanza a falta de 500m. Llegamos al pueblo y tras una curva cerrada de derechas veo el cartel de 100m. no había nada que hacer así que a conformarse con la segunda plaza.